Después de mucho tiempo

Hace mucho tiempo que no te escribo. Hay hartas novedades para contar. Desde Marzo que estás asistiendo al pre kinder, no tienes la edad para estar "legalmente" en pre kinder, pero igual ingresaste. Tienes 3 añitos, eres la menor de todos los niños que van ahí pero la más inteligente y la más "viva" dicen las tías.
Tienes una personalidad del demonio a veces, estás bastante peleadora ahora último, pero creo que es una parte de la infancia que debes vivir, además tu prima Isidora te apaña bastante bien en eso de las peleas, cuál de las dos es más peleadora la una con la otra, pero cuando están de amiguis, se ven de lo más lindas las dos abrazadas.
Te cuento, estamos a 18 de abril y ya tengo 34 semanas de embarazo, estamos esperando la llegada de tu hermanito Alonso Bastián (tú le colocaste Bastián y así se iba a llamar pero a nadie más que a ti y a mi nos gustaba ese nombre, así que lo colocamos como segundo nombre), queda poquito para que llegue. Tú todos los días me abrazas la guatita y le das besitos, eres muy tierna con tu hermanito. Espero que a medida pase el tiempo no se te pase la hermandad, aunque sé que será un tanto difícil que no peleen pero lo que más me importa es que tú no te sientas desplazada.
Hoy, después de dos años que no te escribía, lo hago porque tengo tiempo para hacerlo, y porque quiero que sepas que a pesar de las circunstancias, que a pesar del tiempo, y que a pesar de muchas cosas, eres lo más importante que tengo en la vida.
En Febrero del 2010 hubo un terremoto en Chile, tú quedaste muy asustada, y hoy, dos años después han habido muchos temblores fuertes. Ahora vivimos en departamento, en el 3° piso de él, y se mueve bastante cuando tiembla, me da susto pero trato de bloquearlo y tranquilizarme para que tú no sientas miedo. Hasta ahora ha resultado, no te has dado cuenta de lo fuerte que son, y te he enseñado que no tienes que temer, que si estás con nosotros, tienes que ponerte bajo el marco de la puerta, y si estás en el jardín hacer lo que las tías digan.
Ayer me contaste que las tías habian dicho que debías meterte bajo la mesa.
Si te pasara algo hija mia, me muero. Temo por cada cosa que pueda pasarte, hasta la más mínima, y a veces me siento mal por dedicarte tan poquito tiempo, pero te compensaré estos meses que estaremos juntas, aunque tu hermanito me pida tiempo, igual intentaré dedicarte una gran parte a ti, mi pequeña princesa.
Estos dos días has dormido con nosotros porque después del temblor de ayer no me quiero arriesgar. Prefiero tenerte cerca.
Otro día te volveré a escribir. Hoy no me siento inspirada, sólo espero que llegues del jardín para que cocinemos un rico pastel de manzanas las dos.