sábado, mayo 08, 2010

Mayo 2010

He dejado de escribirte hija mía, no porque lo quiera. El tiempo es así. A medida que avanza el tiempo siempre tienes más cosas que hacer y en algún momento llegas a olvidarte de las cosas maravillosas que te pierdes.
No dejo de mirar cómo avanzas por el sendero de la vida, creces desmesuradamente y temo perderme un segundo. A veces la culpa me llena el alma, y lloro. Veo tu sonrisa compadeciéndote de mi, como perdonándome de antemano y me calmas con tus manitas pequeñas, dices ¡ya mamá! como sabiendo que lloro por ti.
He dejado de escribirte hija mía, y como dije, no porque yo lo haya decidido. El tiempo se me hace corto y apenas puedo trato de compensar mis ausencias que no son muchas pero que calan mi corazón de saber que un segundo puede ser el más importante.
Haz cambiado tanto, hace un año apenas sonreías y hoy tus risas son carcajadas.
En 3 meses más cumplirás dos años, y creces como las flores, avanzas por la vida con una sonrisa, y me quiebras. A veces temo despertar y que ya no estés a mi lado. Que la vida se haya ido y yo sin darme cuenta.
A veces despierto, y te abrazo tan fuerte como si temiera perderte, y tu mientras duermes me abrazas también, como si supieras mis temores.
Te miro a los ojos y te amo, y cuando leas esto quiero que sepas que nunca he dejado de hacerlo, que siempre serás mi primera prioridad, y que en ningún momento he querido sacrificarte, pero que a medida que uno crece debe cumplir con responsabilidades, y la mía es estudiar para ser profesional, para brindarte una mejor vida, y que tengas lo que no tuve, fuera de lo material, quiero dedicarte mi tiempo, mi vida, pero por sobre todo una vida saludable que contenga todo lo que necesitas.
Hace un mes nació tu primita Isidora, y mientras todos temían que te pusieras celosa, haz sido la más tierna. Lo único que haz querido siempre es tenerla en los brazos, regalándole los besos que no das a cualquiera, dándole los abrazos que no ofreces a cualquiera. Eres una maravillosa bebé. Te amo, y sé que nadie podrá amarte tanto como yo, sé que cuando grande también agradecerás los sacrificios, pero será por un bien para todos.